About me

Mi interés por los sitios abandonados nació hace mas de 25 años.

Cuando tenía 6 años me gustaba salir con mi hermano mayor a explorar el campo que teníamos al lado de nuestra casa, en Torre del Mar, donde vivía una comunidad gitana en chabolas construidas de madera, ladrillos y plásticos. A esta pobre gente los desalojaron de sus casas para construir una nueva urbanización, provocando un incendio por la noche mientras dormían. Recuerdo que a los pocos días hice mi primera visita a un lugar abandonado y totalmente destruido. Ya no estaba esa gitana vieja y gorda con la lumbre encendida en el suelo haciendo de comer a sus gitanillos, ni estos que jugaban conmigo a la pelota algunos dias o me tiraban piedras otros. Solo quedaba la cazuela tirada por el suelo, quemada, y el balón de plástico azul y negro pinchado sobre los escombros... cazando sentimientos.

Pocos tiempo despues, me fuí a vivir a un barrio mas alejado del pueblo, pero cercano a dónde vívia antes, solo que el campo que veía de pequeño ya no existía. Este nuevo barrio aún lo conservaba y solía meterme con mis amigos de infancia en las fincas abandonadas cercanas a casa, en el Tomillar, y que nos cojía de paso para llegar al pueblo. Mis primeras "misiones" ocurrieron en la casa del Monte Águila y en la "casita del chocolate", dónde en incontables ocasiones tenía que salir huyendo de los indeseables que rondaban por alli.

Tocaba huir. Correr de los zombies.

Explorar el Parque Acuatico en invierno, tirarnos por sus toboganes con cuidado de no caer al agua estancada y sucia de todo el otoño, jugar en la piscina abandonada del barrio, la pista de tenis y el bar, meternos en las obras y en las construcciones de las casas, de los pisos, del primer gran supermercado del barrio y escondernos bajo el tractor cuando aparecía la policía.

Mas tarde y como el territorio se nos hizo pequeño, tuvimos que salir a ver lo que nos rodeaba. Comenzó la exploración. Uno de mis sitios favoritos era la antigua Fábrica de Azucar del pueblo, que conocí en producción y mas tarde fue abandonada, con su laboratorio intacto, ... Ir a la fortaleza de Vélez, pasar por los yacimientos fenicios de Almayate, jugar en las tumbas de los caidos de la guerra civil y balancearnos con las hojas de palmeras al estilo tarzan junto a su cruz, hacer excursiones al Toro, cruzar el Río Vélez bajo el puente y pasar por "las casillas" a pie era toda una odisea para un niño... aunque esto ultimo se hizo también con posterioridad y para otros fines, con un talego en el bolsillo (1.000 pesetas), igualmente lúdico.

Despues pasó el tiempo, y tras muchos viajes alrededor del sol, crecí.
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En verano de 2011 cambié de residencia y me fuí a vivir a un pequeño pueblo de Granada del que no conocía nada salvo la historia de su capital, tan rica como la que me adoptó y vió dar mis primeros pasos. Ante mi se abría un nuevo y mágico espacio como el que tenía en Málaga y observaba con asombro cuando era niño, cosa que me empujó a salir a explorar el territorio cercano de casa tal como hice muchos años atras. Conocer a fondo aquello que me rodeaba.

Empecé a documentar mis exploraciones en enero de 2012, incentivado por varios blogs de urbexers de los que desconocía su existencia, y como aficionado que soy al genero post-apocalíptico y a la fotografía, me lancé a buscar localizaciones que me recordaban esas escenas que tanto disfrutaba viendo en las peliculas, series, comics y videojuegos mientras crecía y que fueron fruto de mi experiencia y entretenimiento en la infancia; entrar en casas abandonadas, antiguos cuarteles militares, minas de hierro, mansiones encantadas, granjas, coches destrozados, fábricas,... empezando esta vez por mi nueva zona, en Cenes de la Vega y poco a poco saliendo a zonas cada vez mas alejadas. Muchos kilómetros de carreteras comarcales buscando abandonos, lugares con historia, ruinas, industrias y cementerios; encontrando escombros, penumbras, alguna que otra joya y varias subidas de adrenalina.

Explorar el territorio, hacer misiones, cazar sentimientos, estudiar el entorno e interaccionar con el medio... no ha cambiado nada en 25 años.

Solo que ahora son los zombies los que huyen de mi

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Gracias por visitar mi blog

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Este blog esta dedicado a todos aquellos que intentamos buscar la belleza en la decadencia y las historias ocurridas en lugares abandonados. No puedo dar las localizaciones de ninguno de los reportajes por seguridad y para proteger los lugares visitados o lo que queda de ellos, salvo excepciones.

Todas las fotografías publicadas en la página están protegidas por Copyright © Si quieres hacer uso de cualquier contenido, contacta conmigo. Para cualquier comentario, crítica, consulta o sugerencia, no dudes en escribirme.

postapokaliptia@gmail.com

Agradecimientos 

A todos aquellos que me han acompañado algún día en este viaje por el Yermo: a Lindsay y a mis pequeños exploradores, Alex e India Lynn. A Chicleone y Aida, al Duro, al Niño de las Pinturas, a Osher, a Seryo y Alberto, a mi gran y rayao amigo Gorkian, a Isra, a Carlos de California, a mi excompañero de trabajo Pakito alias "el Matarratas del Parque Malaga" (el que me ilumina en la penumbra) al artista Tarsicio, a mi concuñado Fran, a Galindo por idear "El pacto de Hornachuelos" y Anita de Rumpelstinski. A mi compañero de la buena batalla Luis Herrera, a Carmen la Guarda, por ser la primera y única que me ha pillado saltando a un recinto, al Rumano que vive en la mina y a los Okupas del Recreativo por ser tan majos.

Igualmente, a todos mis compañeros de afición, en especial a Carlitos de Abandonos en el Tiempo, A mi amigo escritor y divulgador, D. Jose Manuel Fernandez, autor de "Las Leyendas de Nuestros Pueblos" y a su compañero de viaje y fotógrafo, D. Miguel Sabio, agradecimientos a mi paisano Jose Antonavoice de Fotografiando el Pasado, por regalarme la joya. Gracias también a los que me siguen aquí, en twitter, en facebook, en flickr, en instagram y sobre todo, a aquellos que comentan mis fotos y las entradas de este blog.

 Psychedelic Experience

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La exploración puede ser peligrosa e incluso podría causar la muerte. Ten cuidado del entorno y disfruta de ello. Recuerda ir siempre en grupo y seguir las reglas:

•     No hacer ruido
•     No ser visto
•     No romper ni destrozar nada
•     Preservar el lugar