jueves, 9 de febrero de 2012

Mina de Oro Romana


Plinio el Viejo, en el siglo I a.C., y Estrabón, en el siglo I d.C., dan noticia de esta zona aurífera granadina y su método de explotación, que los romanos empezaron a extraer oro en la zona en la época del emperador Octavio Augusto, quien dirigió personalmente la mayor parte de las acciones entre los años 26 y 20 a.C., tras la conquista definitiva de los pueblos del norte de la la península. 

Durante la ocupación musulmana, a partir del siglo VIII, se sofisticaron las técnicas de extracción y es el propio rey Fernando el Católico, finalizada la Reconquista en 1492, quién promulgaría un edicto donde se prohibía la extracción y bateo de oro en la zona al considerar que el oro extraído pertenecía a la Corona.

Tras un largo periodo de inactividad, la mina volvió a una nueva fase de explotación en 1870, cuando Jean Baptiste Michel Adolphe Goupil, un acaudalado industrial francés, adquirió la concesión de la zona a La Sociedad Aurífera de los Terrenos de España.

Con una inversión de 10.000.000 de francos, una elevada suma para la época, quedo diseñada y construida la factoría de oro de monsieur Goupil, que recibiría el agua mediante un nuevo canal, hoy conocido como el Canal de los Franceses, ya que el anterior canal romano tuvo que ser desechado por su deterioro.

La extracción de oro en el cerro del Sol duraría hasta 1877, al liberalizarse el precio del oro en el mercado internacional y por causa de la falta de agua para la factoría, ya que la ciudad de Granada utilizaba las aguas de los ríos Genil y Aguas Blancas como el suministro y la del río Darro para el riego de los jardines y albercas de la Alhambra, aunque la explotación de oro en la factoría encerraba un nuevo problema, al pretender monsieur Goupil utilizar cianuro para separar el oro de la tierra, por la contaminación que aportaría a los acuíferos de la Vega de Granada.

Al fallecer el propietario de la factoría monsieur Goupil, la sociedad mercantil sería liquidada y posteriomente vendida a Don Emilio Ortiz quien, en 1912, la vendió al Ayuntamiento de Granada.

En la actualidad, el edificio está en ruinas, y las bocaminas y los túneles se cegaron en 1947 por el régimen franquista para evitar que los guerrilleros del maquis le dieran uso como refugio para sus actividades.


 





Continuará en "La Fiebre del Oro"
...Proximamente...











































































































 






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